viernes, 31 de octubre de 2008
El Zócalo de la Ciudad de México se llena de color ante próximo Día de Muertos
Ya comienzan las festividades del tradicional día de muertos
CIUDAD DE MÉXICO.- Las principales calles de la Ciudad de México se llenaron de diferentes personificaciones de la muerte y varios altares con ofrendas para ella, con motivo de la tradicional fiesta del Día de los Muertos, que aquí se celebra llena de dulces, música, alcohol y color.
Esqueletos "pachucos" vestidos con los exóticos trajes de los inmigrantes mexicanos que en los años cuarenta vivían en Estados Unidos, "Catrinas" representando el lado más femenino y sexy de la dama de la guadaña e incluso bailarinas "Santas Muertes" se cruzan ante ayer en el Zócalo capitalino.
"La tradición del Día de Muertos es algo muy bonito aquí en México donde todos los mexicanos la festejamos con irreverencia e irrespeto, porque no debemos tenerle miedo", explicó a Efe un hombre vestido de la Catrina que lucía traje morado y plumas naranjas.
Una muerte más sencilla, vestida con un tradicional traje mexicano, señaló que la fiesta es un modo de rescatar la cultura de los habitantes del país, y un ejemplo son los altares y ofrendas, donde con figuras prehispánicas y modernas, diversos colores y comida, se la celebra.
"Para la muerte no hay distinción entre razas, religiones, se lleva a ricos y pobres, por eso nosotros no le tenemos miedo", dijo.
Aunque antes los altares y ofrendas se dedicaban más bien a los muertos, en los últimos años algunos están incluyendo a La Santa Muerte, cabeza de una peculiar Iglesia que venera a la también llamada "Niña blanca" en México y que cuenta con más de dos millones de seguidores en todo el país, en especial sectores humildes, narcotraficantes y delincuentes.
El día de difuntos los mexicanos van a los cementerios con mariachis, el alcohol favorito del muerto y celebran el día con una auténtica fiesta que dura hasta bien entrada la madrugada.
Pero no sólo para los adultos es una fecha festiva, los niños disfrutan como el que más con los colores vivos y la música, los altares y ofrendas, y especialmente con los dulces que se cocinan para estas fechas.
Pan de muerto, huesos dulces, calaveras de azúcar y de chocolate, son sólo algunas de las delicias que se ven entre las ofrendas y en las manos y bocas de los pequeños, que aunque disfrutan de la importada "Halloween", no parece que vayan a dar la espalda a la fiesta mexicana.
Para ellos precisamente se realiza la Octava Feria de las calacas (esqueletos), de la fundación Alas y Raíces, que comenzó ayer y termina el domingo 2 de noviembre, Día de los Santos Difuntos.
El coordinador del proyecto, Juan Jiménez, explicó a Efe que el objetivo es promover la cultura del Día de Muertos entre los jóvenes, a través de talleres y actividades artísticas, como un espectáculo llamado "Un paseo con los muertos" y otras actividades escénicas con música en vivo.
También hay un tianguis (mercado tradicional) donde cien artesanos y artistas plásticos venderán sus creaciones originales.
Jiménez destacó que la relación tan particular y diferente de los mexicanos con el Día de Muertos tiene su origen en la época prehispánica, donde "la muerte significaba mucho más que la vida, ya que al fin y al cabo muerto vives más tiempo".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario