Descubierto por accidente

Sin duda, uno de los errores de laboratorio más conocido fue el cometido por Alexander Fleming, quien "descubrió" la Penicilina, al darse cuenta que uno de sus cultivos de Estreptococos se contaminó con un hongo llamado Penicillium notatum. Fleming originalmente trabajaba en un tratado de bacteriología.







Sacarina. Conocida por ser uno de los edulcorantes más antiguos; su descubrimiento se dio en 1879 por Constantine Fahlberg, quien al estar realizando investigaciones sobre el alquitrán de hulla, descubrió que una de sus muestras tenía un sabor dulce muy particular, lo que dio origen a este producto.

Polvo Inteligente. Su común se da en las comunicaciones inalámbricas; fue descubierto por Jamie Link quien, durante la elaboración de un proyecto de ciencia a base de chips de silicio, descubrió que las diminutas piezas trabajan como sensores. Este polvo llega a ser utilizado para controlar la pureza del agua.

Refresco de Cola. El farmacéutico John Pemberton trabajaba en un medicamento para atacar el dolor de cabeza cuando por error mezcló varios ingredientes (que hasta la fecha son secretos), y dio origen a esta bebida, la cual únicamente se comercializó en farmacias por ocho años para después venderse como refresco.

Teflón. Utilizado en varios sartenes, ollas y freidoras, fue descubierto por Roy Plunkett cuando el científico trabaja en una investigación de gases refrigerantes en 1938. Durante los experimentos encontró que los cilindros usados en la investigación, supuestamente vacíos, pesaban más. Al abrir uno de ellos, encontraron un polvo blanco el cual podía ceder a los disolventes y era antiadherente.

Caucho Vulcanizado. Charles Goodyear trabaja en un método que le ayudara a hacer el plástico a volverse más resistente al calor y frío, sin embargo, todos sus experimentos habían resultado fallidos. Un día derramó una mezcla de caucho, azufre y plomo en una estufa caliente, lo que originó una mezcla tan resistente que actualmente se usa en neumáticos, zapatos y discos de hockey.

Marcapasos. El ingeniero norteamericano Wilson Greatbatch descubrió por accidente este aparato médico cuando trabajaba en un mecanismo que permitiera grabar los sonidos del corazón. El error se originó cuando Greatbatch utilizó una resistencia eléctrica diferente en su invento, consiguiendo que éste pulsara cada 1.8 milisegundos.